Busca en Google

martes, 27 de abril de 2010

Estoy esperando con ciertas ganas a que salga el nuevo Office 2010. La beta que presentaba Microsoft en su página, aparte de seguir la línea que ya marcaba Office 2007, denota un menor peso a la hora de cargar las aplicaciones y sus diferentes usos. Parece como si la técnica usada para pasar de Windows Vista (ya hablaré de él, ya) a Windows 7, haya sido aplicada también en la conocida suite de ofimática.

Office 2007 fue un gran avance, una interfaz gráfica superior y mejor distribuida, una vez entendida, y un formato documental más agradable a la vista, así como moderno. Pero su pesadez de uso, incluso con ordenadores de gama alta, y el uso de un formato de archivo que no se ha extendido (crisis y mantenimiento de versiones anteriores de Office considero que son las causas), han hecho que no haya pasado de ser una suite conocida, pero no exitosa (más o menos como Vista).

En cambio, pienso que Office 2010, con un poco de paciencia, no queriendo meterlo hasta en la sopa, y dándolo a conocer como la evolución natural de Office 2003 (ese si que fue un triunfo), la gente irá abandonando esa antigua suite, para pasarse a la nueva.

Por supuesto, existen alternativas. OpenOffice y StarOffice son grandes suites de ofimática, incluso superiores en aspectos importantes. Pero, reconozcámoslo, no siempre merece la pena luchar contra lo que el público quiere, así que mejor adaptarnos y facilitarles la vida, que para eso se nos paga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores